La primera impresión es lo que cuenta…y no hay segunda oportunidad!
No sabemos a qué se debe, pero la persona que vemos por vez primera, nos da una buena o mala impresión. Se trata de que nuestro cerebro está programado para llegar a una rápida conclusión con muy poca información.
La mayor parte de la comunicación que ofrecemos es no verbal, es decir, hablamos con nuestros gestos, movimientos faciales y corporales brindando una primera impresión.
Si buscas una segunda oportunidad, pone a favor tu gestualidad!
Camina erguido, con la cabeza en alto, con pasos tranquilos y sólidos para reflejar seguridad. El mentón tiene que estar derecho, si los subís mucho evidencia superioridad y si lo bajas demasiado, sumisión.
Sonreír naturalmente favorece el inicio de la conversación, si tu sonrisa es falsa y forzada, es señal de hipocresía y genera rechazo.
Mirá directo a los ojos el tiempo justo y necesario para mostrar que sos confiable, para manifestar interés y no una actitud desafiante.
Estrechá tus manos en forma segura y fuerte, en forma limpia y seca, mirando a los ojos; no apoyando la otra mano sobre el interlocutor ya que puede sonar agresivo o intimidante.
La posición de las manos debe ser abierta en la conversación y sentados hacia adelante para añadir carácter al discurso; escondidas o hacia abajo favorecen la desconfianza y restan poder de decisión.