Siempre hay conflictos! donde sea, con quien sea, como sea…Una vez aceptado el tema, podemos ver qué es el conflicto y qué hacer al respecto.
Básicamente, un conflicto implica oposición o desacuerdo sobre algún tema entre al menos dos personas. Es interesante que, en su etimología, signifique pelear o combatir, lo que demuestra la naturaleza agresiva de por sí.
Bajo esta descripción, es importante aprender a gestionar los conflictos para buscar soluciones compartidas y no diferencias irreconciliables. Cómo? teniendo en cuenta que cuando se trata de personas, no siempre se piensa igual; que las percepciones que cada una posee dependen de múltiples factores; que para ambas personas la situación de conflicto dispara emociones y sentimientos distintos; en definitiva, que difieren sus intereses, posiciones y valores.
Es evidente que este contexto netamente personal es el caldo de cultivo para que las diferencias de posición generen abismos; entendido esto, no hay una receta universal para gestionar conflictos pero si un lineamiento básico: mantenerse abierto!
Si escucho la visión del otro antes que proponer la mía, puede ser que me sorprenda con algo no descubierto por mí, algo que me nutra de una nueva experiencia, es posible que me tope con aprender…
La resolución del conflicto entonces, sería construir una posición superadora de las posiciones de parte; erigir una visión conjunta, basada en la colaboración y el bienestar mutuo. La resolución del conflicto, implica esfuerzo, apertura y práctica.